Los trastornos del habla son alteraciones que afectan la producción del habla, específicamente en el plano fonológico de la comunicación. Se pueden distinguir tres tipos de trastornos: dislalias, disartrias y disfemias.
Dislalias:
Las dislalias son trastornos simples del habla que afectan la articulación de los fonemas. Se pueden clasificar en dislalias de causa orgánica, funcional, audiógena y evolutiva:
-Dislalias orgánicas: son causadas por lesiones o malformaciones de los órganos de la articulación.
-Dislalias funcionales: son debidas a incoordinación de los movimientos de los órganos articulatorios.
-Dislalias audiógenas: son trastornos articulatorios causados por deficiencias auditivas.
-Dislalias evolutivas: corresponden a una etapa normal del desarrollo del habla infantil.
Disartrias:
Las Disartrias son trastornos complejos del habla de origen neurológico que pueden afectar la articulación, la fonación, la respiración fonatoria e incluso la deglución de los alimentos en casos más graves.
Disfemias:
Las disfemias son trastornos que afectan la fluidez del habla y pueden alterar la precisión articulatoria, continuidad de emisión de los grupos fónicos, acentuación, ritmo, velocidad y entonación. Entre los tipos de disfemias son:
-Espasmofemia o Tartamudez: se caracteriza por disfunciones psicomotrices espasmódicas que afectan el habla, así como factores psicológicos que afectan la conducta.
-Tartajeo infantil: es un trastorno menos severo que afecta la continuidad de la emisión, la precisión articulatoria y el ritmo del habla, pero sin presentar componentes espasmódicos ni psicológicos. El tartajeo infantil suele estar asociado con retrasos en el lenguaje.
Este fragmento se escribe:
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